La Casa Gallardo es un edificio de Madrid, España, situado en una de las esquinas de la céntrica plaza de España. Se trata de una de las obras clave de la última etapa del modernismo madrileño. Obra del arquitecto Federico Arias Rey, la Casa Gallardo fue proyectada en 1911 como reforma del edificio que anteriormente ocupaba el terreno donde hoy podemos encontrarla y fue finalizada en 1914. Fue declarado como Bien de interés cultural en 1997.
El edificio se levantó entre 1911 y 1914 en el solar que había pertenecido a los marqueses de Albaida.
El encargo lo realizaron en 1911 las hermanas Esperanza y Asunción Gallardo. La gran “G” dorada en la cúpula que corona la casa, hace honor al apellido de sus primeras propietarias. En 1915 el Ayuntamiento de Madrid premió el edificio como la casa mejor construida en ese año.
En una de las reformas llevadas a cabo a poco de su construcción se decidió ampliar los espacios interiores del edificio. Para ello se suprimieron las antiguas cocheras y el jardín anterior, aumentando en un piso la altura final de la vivienda.4
Pocos años después al comenzar la Guerra Civil, el edificio fue espectador en primera fila del asalto al Cuartel de la Montaña, que estaba situado donde hoy está el Templo de Debod, justo enfrente de la Casa Gallardo.
Por su singularidad y belleza se decidió proteger declarándolo como Bien de interés cultural en 1997.
El edificio parte del art nouveau, incorporando elementos muy diversos que le confieren elegancia. En él destaca su fachada, de gran sentido plástico, formada por unas suaves curvas así como una serie de elementos decorativos que convierten al arquitecto casi en escultor. De tonos claros, las paredes contrastan con el tejado, cubierto por láminas de pizarra. En la gran cúpula que corona la esquina del edificio destaca una G, característica de Gallardo, que hace honor al apellido de sus primeras propietarias, las hermanas Esperanza y Asunción Gallardo.
El edificio acoge hoy el Club Allard, un club privado creado en el año 2000, que desde 2003 se abre al público en general gracias a su restaurante, convertido en un templo gastronómico de Madrid, que llegó a ostentar dos estrellas Michelin.